Thursday, January 18, 2007

Adios al cine en Zacatecas (Parte 2)

La única propuesta fue por el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) hace tres meses en la explanada del Congreso del Estado, durante la proyección de películas clásicas.
Sin embargo, el lugar fue inadecuado, el ruido de los vehículos y paso constante de la gente obligaba al espectador a distraer su atención de la película y no podía vivirse la experiencia de estar en una sala de cine.
Quienes recuerdan la historia del cine en Zacatecas, hacen mención de "el cine colonial" que no era otra cosa que una persona con un proyector que lo instalaba en cualquier parte, desde una huerta hasta un salón de baile y quienes acudían a ver la película tenían que llevar su silla y disfrutar el espectáculo.
Una de las virtudes del "cine colonial" era su bajo costo, la falta de comodidades y de calidad en proyección y sonido permitían a casi cualquier persona acudir a ver una película.
Estas condiciones no variaron mucho cuando fueron inauguradas las salas de cine en la capital, "pagábamos por ver una película desde luneta 1.25 pesos en la época de oro del cine mexicano" recuerda Rufino Solís Campos, mejor conocido como Rufis Taylor responsable de anunciar la cartelera de cine y las caravanas del teatro Blanquita en su recorrido por Zacatecas.
Rufis también recuerda que las matinés que tenían un costo de 60 centavos por persona.
Estas matinés eran dominicales y aprovechadas por los padres de familia para llevar a sus hijos a un precio de entrada de 50 por ciento menos que el costo habitual, lo que más tarde se convertiría en los miércoles de 2x1.
Multimax cerró sus puertas en un intento por atraer más cinéfilos, un miércoles, cuando la entrada era 2x1.
Pese a este esfuerzo, que aún realiza también MM Cinemas, la gente asiste cada vez menos a las salas de cine por ser incosteables.
Alfredo Arellano, quien fue gerente de la sucursal de Multimax, afirmó que la empresa no cerró sus puertas por quiebra financiera, "cerramos porque el inmueble fue vendido a otra empresa".
No obstante era visible que poca gente acudía a estas salas de cine, salvo los miércoles de 2x1.
Rafael Sescosse Soto, secretario de Desarrollo Económico explicó que la poca afluencia de visitantes era en parte por la falta de estacionamiento en el lugar, lo que obligó a los cinéfilos a abandonar esta opción.
Sin embargo para Arellano Félix no es la falta de estacionamiento el motivo por el que no se va al cine, "no existe esta cultura en Zacatecas".
Insistió que pese a la falta de cultura, "la empresa en un año logró contar con suficiencia económica, misma que no tenía cuando inició".
El ex gerente de la empresa de cine reconoció que en Zacatecas existe mucha difusión del arte, pero contradictoriamente "no hay alternativas de esparcimiento, los jóvenes prefieren irse a dar la vuelta a chelear" dijo.
Este desinterés sólo llevará a los zacatecanos a un distanciamiento del séptimo arte.
Una de las propuestas que llevan a recuperar el placer por el cine, circuló entre los pocos grupos de cinéfilos, la creación de una cineteca estatal.
El contar con una cineteca permitirá al Estado desarrollarse intelectualmente, además de crear un público exigente y crítico sobre lo que quiere ver en la pantalla grande. Además de representar la posibilidad de incrementar los ingresos económicos a la entidad.
"En una cineteca habría la oportunidad de exhibir cine independiente o experimental, además películas comerciales, eso atraería al público y, disminuirían los problemas de carácter social" dijo Arellano Luna.
El construir una cineteca implicaría la necesidad de contar con un fuerte capital económico por parte de una organización privada o de gobierno del Estado.
"No sería una inversión perdida, porque garantizaría la pluralidad y llegaría a todos los sectores de la población" abundó Arellano Luna.
Desde su punto de vista una infraestructura de este tipo ayudaría a conformar una nueva sociedad zacatecana, enriquecida con una afluente de nuevos temas y visiones cinematográficas.
"A fin de cuentas el cine es magia, es una maquina que viaja por el tiempo y el espacio, que genera una mentalidad crítica y que puede ser verdaderamente redituable" está es la visión del ex gerente de Multimax.
David Eduardo Rivera Salinas, director del IZC reconoció que el cine es parte de la identidad de la población, "una sociedad que no tiene los espacios ni posibilidades de ver su realidad y la de otros, por medio del cine, es una sociedad que no tiene la posibilidad de crecer plenamente".
En busca de rescatar esta memoria el IZC pretende realizar el proyecto de una cineteca estatal en el interior de la Ciudadela del Arte en la calle de Doctor Hierro.
El proyecto estará vinculado con la cineteca nacional y aunque no existe una fecha exacta para su inicio "iniciará a la brevedad" afirmó Rivera Salinas.
Agregó que la construcción de la cineteca está aprobada pero con retrazo como consecuencia de la llegada tardía de los recursos económicos federales y a la revisión del propio proyecto.
De acuerdo a la visión de Rivera Salinas el espacio será digno y tendrá la mejor tecnología en lo referente a equipos de proyección y audio, empero no específico el número de butacas que tendrá.
Expuso que a la fecha existen diversos convenios y donaciones de materiales cinematográficos, "es un proyecto a mediano plazo y de existir las condiciones necesarias podría estar listo en el próximo festival cultural".
La estimación que se tiene para la inversión es de 1 millón 200 mil pesos que incluye la adecuación de los espacios, equipo de proyección y mobiliario propio de una sala cinematrográfica.
La intención de realizar este proyecto es contar con un espacio de proyección de películas de tipo documental y propiciar la distribución de cintas artísticas, "adquiriremos el compromiso de no cerrarse a ninguna posibilidad, de tal forma que también proyectaremos películas comerciales".
El funcionario estatal afirmó que el costo por entrada en esta cineteca "estará de acuerdo a las posibilidades económicas de la población", aunque no precisó cual sería.
De realizarse el proyecto de la cineteca estatal, contaría exclusivamente con una sala de proyecciones, misma que sería insuficiente para dar una cobertura amplia a las necesidades del público zacatecano.
Arellano Luna considera que, al menos, es necesario contar en un proyecto de este tipo con 10 salas, con la intención de llegar a un público más amplio y cubrir las expectativas.
De acuerdo a la Federación de Cines de España, el cine hoy en día no sólo compite con los altos precios de sus entradas, también es afectada por la piratería internet y malas películas, lo que aleja a la población de las salas.
De acuerdo a datos de la Federación en el 2005 a nivel mundial se produjo una caída en las salas de 12.5 por ciento lo que equivale a una reducción de 9.3 por ciento en las taquillas.
La facilidad de adquirir películas en formato DVD también impactó de forma directa al cine, porque es posible ver una película de cartelera con mayor comodidad y a más bajo costo en el hogar que trasladarse a una sala de cine.
De la mano a este fenómeno está la piratería que ha incrementado la calidad de los productos que ofrece al consumidor, quien por 20 pesos puede adquirir hasta 4 películas en un solo disco.
Quienes no recurren a la piratería para ver una película en el hogar, acuden a un centro de renta de películas con la ventaja de que una familia puede ver una película por un precio de entre 18 y 25 pesos.
Ante esta situación, el culpable de las salidas sabatinas al cine optó por abandonar la tradición familiar y terminó llevándonos al videoclub donde su bolsillo no resulta tan dañado económicamente.
Ahora, sólo queda en el recuerdo el encontrar debajo de las butacas un paquete de lunetas sin abrir y el disparar a enemigos imaginarios pecho tierra oculta en la penumbra de las salas de cines.

Adios al cine en Zacatecas (Parte 1)

Gracias a Fátima Sánchez por dejarme compartir su talento

El sábado era el día especial, mi madre sufría el momento de meternos al baño y arreglarnos para salir a mi hermano y a mí, que con quejas abandonábamos los juegos y cumplíamos el ritual.
Al terminar de bañarnos a vestirse, peinarse y esperar a papá, quien anunciaría lo que ya sabíamos de antemano, salir a comer y luego al cine.
Antes de llegar al cine, la discusión entre papá y mamá por qué comeríamos esa tarde, al final era cualquier cosa, birría, hamburguesas o meternos a un restaurante que estuviera en el camino del cine.
Al llegar a la sala, siempre era igual la expectativa en las pestañas, el evitar tropezar con los escalones guiada por las luces del suelo hasta acostumbrarme a la oscuridad.
Mientras el causante de la salida familiar visitaba la dulcería, junto con mi hermano me arrastraba pecho tierra bajo las butacas jugando a los soldados y para buscar objetos olvidados, perdidos por quienes acudieron antes que nosotros.
Entonces, la oscuridad se hacia total, sólo la luz del proyector era presente, en la pantalla la historia daría inicio.
Las visitas eran a diferentes cines, dependiendo la película que dieran, mi padre podía llevarnos al cine Rex que con los años se convirtió en un estacionamiento de la calle Tacuba, el Ilusión ubicado en la avenida Hidalgo y donde se construyó el hotel Argento Inn.
También podíamos visitar los cinemas Zacatecas, ahora abandonados en la colonia Sierra de Álica, incluso llegamos a visitar los instalados en Plaza Futura, mismos que se convirtieron en un cine donde sólo proyectan películas pornográficas.
La maravillosa sala del cine Acuario también la recorrí tirada de panza, al igual que los cinemas 2000 que por dos o tres años se convirtieron en Multimax Cinemas hasta que cerraron sus puertas definitivamente.
Estas eran las opciones para asistir al cine en Zacatecas hace 20 años, actualmente sólo quedan las 10 salas propiedad de la empresa MM Cinemas en la colonia Arboledas.
Estas salas ofrecen, a quien las visita, la mayor comodidad posible lo que no hacían las viejas salas ya desaparecidas.
En aquellos cines prevalecía la desorganización empresarial, la falta de cuidado de las salas y el desinterés de los administradores por mejorar la imagen.
Estas condiciones llevaron al público a alejarse de los cines zacatecanos y buscar alternativas más lejanas y, quizá también más caras en Aguascalientes, lo que obligó a los empresarios a abandonar la tradición de las salas de cine en la capital del Estado.
La baja calidad de los cines y los altos costos también fueron un factor importante para la extinción de las salas, la población en general carece de los ingresos necesarios para acudir a ver una película.
El salario mínimo actual es de 45.81 pesos, de tal forma que alguien con este sueldo debe trabajar sólo un día para costear su entrada al cine que tiene un valor de 40 pesos.
En caso de tener la intención de acudir con su familia, de 4 integrantes, a MM Cinemas deberá pagar en total 160 pesos, que es lo equivalente a 3.81 días de trabajo.
Así entonces la gente de escasos recursos está relegada, por ser insuficiente su economía, a asistir a una sala de cine.
Al carecer de esta forma de arte, la población zacatecana dejó de tener la oportunidad de acrecentar su acervo cultural y la posibilidad de contar con cine de calidad como las muestras internacionales proyectadas en Los Cinemas Zacatecas, tradición que retomó al cerrar este sus puertas, Multimax Cinemas bajo la gestión de Promotora Cultural Zacatecas (Promoculzac).
Incluso se perdieron las funciones de beneficio ofrecidas durante la Semana Cultural a niños de la Casa Hogar Plácido Domingo y APAC.
Delia García, directora de Promoculzac y promotora de la muestra internacional de cine declaró que "la idea era mostrar cine de calidad, que recibieran (los zacatecanos) información sobre lo que significa el lenguaje cinematográfico para lograr un público más crítico y exigente".
De acuerdo al crítico cinematográfico estadounidense Martín A. Jackson, "en el cine están los depositarios del pensamiento, por ende refleja la mentalidad y la ideología de las personas que lo crean y de la sociedad a la que pertenecen".
Es decir que, la falta de una amplia oferta de salas de cine obliga al consumidor a desconocer otras visiones del mundo y sólo cuenta con aquellas que la empresa, en este caso MM Cinemas, le ofrece.
Esto obliga al espectador a adoptar la cultura de las películas comerciales, principalmente producciones de Hollywood.
Este hecho parece no importar al público zacatecano, a casi tres meses del cierre de Multimax no existen reclamos o protestas por la necesidad de contar con más salas cinematográficas y la proyección de películas de calidad, más allá de las costosas superproducciones hollywoodenses.